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Este es un instrumento internacional jurídicamente vinculante que busca proteger la biodiversidad marina en áreas situadas fuera de las jurisdicciones nacionales, es decir, más allá de las 200 millas náuticas. Como instrumento de gobernanza será clave para alcanzar los objetivos globales que buscan proteger el 30% del océano del mundo al año 2030, para así preservar y recuperar la naturaleza marina, enfrentando adecuadamente la crisis climática global; reducción de gases de efecto invernadero, la contaminación y la pérdida de biodiversidad. Las aguas internacionales constituyen casi dos tercios del océano mundial, y han sido durante mucho tiempo un espacio sin ley, donde la explotación y el daño ambiental han aumentado con el tiempo debido a la falta de regulación. El BBNJ establece mecanismos para la creación de áreas marinas protegidas, la evaluación del impacto ambiental de las actividades humanas y el acceso y reparto de beneficios de los recursos genéticos marinos situados en la columna de agua y en el fondo marino. El acuerdo BBNJ busca emparejar la cancha, equilibrando conservación y uso sustentable de la biodiversidad marina, situación que en la actualidad no existe; más del 93% del océano global sigue sin medidas de conservación y protección y por lo tanto está abierto a todo tipo de actividades nocivas. Para Gabriela Gomez Fell, magíster en ciencia aplicada en manejo de conservación de la Universidad de Lincoln, Nueva Zelandia, son varios los desafíos que enfrenta el país oceánico para la protección de su ambiente marino.
La vocación oceánica de Chile y la protección de altamar
Si bien hay críticas de muchos sectores en el sentido de que la pesca industrial no sea sostenible y que pertenezca a pocas personas con un contrato de por vida, significa que es necesario cambiar algunas medidas en la Ley de Pesca, frente a lo cual estoy de acuerdo. Pienso que Chile se ha preocupado de ir de a poco velando por la protección de sus recursos, sobre todo los que sustentan a gran parte de la población”, sostuvo. La necesidad de contar con una política de océanos tiene según Foster, dos motivaciones principales.
- También tenemos el Acuerdo de París, en el cual las naciones se comprometen a reducir sus emisiones de carbono y mantener el aumento de la temperatura global muy por debajo de los 2ºC.
- Ya tenemos un plan acordado globalmente sobre cómo restaurar y proteger nuestro océano.
- El país está intentando ser protagonista de esto y me parece que se ha involucrado bastante”.
- Esta evaluación es compartida por Máximo Frangopulos, doctor en oceanografía e investigador de la Universidad de Magallanes (Umag) e investigador asociado de Fondap IDEAL.
- Los artículos con estas etiquetas están diseñados para no causar daños a la vida marina.
- En el marco de las celebraciones en torno al océano, expertos y expertas de la Universidad de Concepción coinciden en que estamos extrayendo del mar muchos más recursos de los que se pueden recuperar.
Como Instituto estamos preocupados sobre los efectos que produce la contaminación por basura y sobretodo en relación al plástico, material que no es biodegradable, razón por lo que la campaña educativa debe ser parte de un proceso de difusión permanente. Exhorto a los líderes mundiales a reunir y ejercer la voluntad política para lograr estos objetivos. A invertir en soluciones marinas y para estimular a las empresas y a otros grupos de interés a unirse. Espero que los líderes de algunas de las naciones más poderosas aprovechen esta oportunidad para dar pasos decisivos para evitar un desastre. Ya tenemos un plan acordado globalmente sobre cómo restaurar y proteger nuestro océano.
Tal como sostuvo Bennett en su discurso, el océano es uno de los pilares del compromiso global por el cambio climático. Si bien la cartera que preside cumple una función de coordinación y tiene un rol importante en el cumplimiento de las acciones medioambientales por parte de las agencias estatales, es justamente esta su función principal, ya que vela para que los organismos públicos vinculados con el mar tengan prácticas amigables con el ambiente. Es decir, que no vayan en contra de los objetivos emprendidos por el gobierno para implementar la agenda 2030. En la Universidad Andrés Bello, he sido testigo del compromiso institucional por promover el conocimiento, la investigación y la acción en torno a los océanos.
Despedida IV Medios sede Viña del Mar
En particular, el académico destacó el tratado BBNJ, “que lo que hace es proteger la biodiversidad fuera de las 200 millas, un convenio que firmaron todas las naciones y que ahora se está ratificando”. De esta manera, todos los organismos públicos que se relacionan con el mar, cuentan con una misión de protección ambiental coordinada por el Ministerio para el Cambio Climático. ”Hay una gran alineación entre los propósitos contenidos en los ODS y lo que el gobierno de Nueva Zelandia ha venido trabajando en las últimas décadas. De tal manera, para el logro de los ODS el gobierno neozelandés cuenta con el trabajo de diversas agencias públicas para que el Estado funcione de acuerdo con esta política ambiental de carácter global y encuentre soluciones a los problemas que genera el calentamiento global. En este sentido, uno de los principales esfuerzos fue la creación de un Ministerio para el Cambio Climático que permita una mayor eficiencia en el trabajo medioambiental y evite la duplicación de procesos. El Convenio MARPOL corresponde a un conjunto de normas internacionales del cual Chile es parte, contiene normativas para regular el arrojo de determinados elementos considerados basuras que normalmente son generados a bordo en un viaje de pesca, de esta manera se pretende fomentar con este trabajo el cuidado de nuestros Océanos.
Nueva Zelandia es un país marítimo, sus ciudades más importantes se proyectan al mar, sus habitantes realizan actividades recreativas y su economía tiene al océano como océano Atlántico eje central de su desarrollo. Es por esto que el cuidado de este recurso se realiza a través de sus instituciones ambientales desde hace más de tres décadas. Una revisión de esta experiencia, en consideración que el uso ecológico y la conservación de los océanos forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, en la siguiente nota.
Océano limpio como principio fundamental para trabajar por el cambio climático
En 2015, los líderes mundiales adoptaron la Agenda para el Desarrollo Sustentable 2030, que incluye 17 objetivos globales. El Objetivo de Desarrollo Sustentable 14 “Vida bajo el agua” y sus 10 objetivos especifican lo que debe hacerse para mejorar la salud del océano. También tenemos el Acuerdo de París, en el cual las naciones se comprometen a reducir sus emisiones de carbono y mantener el aumento de la temperatura global muy por debajo de los 2ºC.
Compromiso 7: Probado dermatológicamente
Apoyado por estudios científicos sobre 3 modelos marinos representativos de la biodiversidad marina. Es nuestra fuente de vida y sustento de la humanidad y de todos los demás organismos de la Tierra. Prueba de ello es que el océano produce al menos el 50% del oxígeno del planeta, alberga la mayor parte de la biodiversidad existente y es la principal fuente de proteínas para más de mil millones de personas en todo el mundo. Además, resulta clave para nuestra economía, ya que se estima que, para 2030, habrá en torno a 40 millones de trabajadores en todo el sector relacionado con el océano.
Jeanne Simon y dichos del Presidente Boric a Trump en COP30: "Hay más interés de EEUU en Chile"
También es necesaria una institucionalidad científica, ya que aquí hay muy buenos investigadores que trabajan con los ecosistemas marinos, por lo que tenemos que creer en su trabajo y sus resultados. Tenemos que apoyarlos a la hora de tomar una decisión en cuanto a la protección de nuestro océano. Mientras no creamos en lo que los científicos hacen y que podemos ser promotores de cambios importantes que como sociedad podemos construir, vamos a seguir marcando el paso en esta materia. Si hay un golpe de timón e incrementamos nuestro presupuesto para la ciencia, vamos a vivir en una ciudad mucho más rica, más educada y más desarrollada y mucho más en armonía con su entorno”, destacó. Para Chile, un país con más de 6.400 kilómetros de costa y una economía fuertemente vinculada al mar, la implementación del acuerdo BBNJ representa tanto un desafío como una oportunidad. En un contexto donde el cambio climático, la sobrepesca y la contaminación amenazan gravemente los ecosistemas marinos, Chile debe asumir un rol proactivo en la conservación y uso sostenible del océano, sobre todo porque es uno de los países más vulnerables al cambio climático.
En Margistics trabajamos cada día con la certeza de que el comercio internacional y la protección del océano no pueden estar desligados. Transportar bienes de forma eficiente también significa comprometerse con un futuro sostenible, donde el desarrollo logístico vaya de la mano del cuidado medioambiental. Las instituciones educativas no solo tienen la misión de formar profesionales, sino también ciudadanos conscientes, informados y comprometidos con el entorno que los rodea. A través de programas académicos en biología marina, ciencias de la vida e ingenierías, las universidades están formando agentes de cambio que pueden liderar iniciativas de conservación marina desde distintos frentes.
Cada 8 de junio, el mundo conmemora el Día Mundial de los Océanos, una fecha que nos invita a reflexionar sobre la importancia de estos vastos cuerpos de agua que cubren más del 70% de nuestro planeta. Los océanos no solo regulan el clima, producen al menos la mitad del oxígeno que respiramos y albergan biodiversidad, sino que también son fundamentales para la economía, el bienestar humano y la vida misma. La introducción de especies piscícolas para satisfacer el mercado internacional significó un gran desarrollo para las comunidades de los esteros y lagos. Nuestros padres y abuelos recuerdan el océano como una fuente abundante de recursos pesqueros, un sustento económico estable para las comunidades costeras, mientras tanto los grandes buques arrasaban el lecho marino para la industria pesquera. Para el Dr. Renato Quiñones Bergeret, director del Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola, Incar, lo que se está jugando es “la oportunidad de que la humanidad global y local tome conciencia plena de la relevancia del océano en la mantención del planeta como lo conocemos. Una manera de reducir este impacto negativo es usando menos productos cuyos envases sean de plástico.
